
19 Abr 2 estrategias clave para poner la mente a tu favor
Gran parte de nuestro malestar viene de la mente pensante. Concretamente, de las distorsiones de una mente pensante que pasa la gran parte de su tiempo en modo divagación. Lo que los expertos llaman, la red por defecto.
La red por defecto habla del espacio de dispersión. La práctica de la meditación nos ayuda mucho a salir de esta red y a poner foco en el presente. Así pues, cuando meditamos y nos concentramos en la respiración, por ejemplo, salimos de esa dispersión y de la red por defecto.
El contenido de esta mente pensante es tremendamente amplio, hay mucha información inconsciente y esquemas de pensamiento que generan un relato de nuestra realidad. Un relato que constituye la idea que tienes sobre ti misma y que empieza cuando te levantas por la mañana y que parece desvanecerse cuando te acuestas por la noche. A mí me gusta llamarlo la historia que te estás contando.
¿Qué hacer para que esta red desaparezca?
Pretender que la mente deje de pensar es como pretender que el corazón deje de bombear sangre. Los pensamientos son el lenguaje de la mente, así pues, no se trata de dejar la mente en blanco. Sino de cómo convivir con ese ‘ruido’ que nos genera, intentar reducirlo y aprender a salir del bucle mental.
Dos estrategias clave
El hecho de querer relacionarnos con la mente siendo distinta a la que es, ya nos dice que no tenemos mucha idea de cómo se comporta, ya que queremos luchar contra lo que simplemente es. Entender cómo funciona tu mente es directamente proporcional a tu grado de bienestar y de calma mental. Así que yo te animo fervorosamente a invertir tiempo y recursos a comprender en profundidad cómo es tu mente y la calidad de tus pensamientos. Porque tener conocimiento en relación a cómo se comporta tu mente es adquirir perspectiva para liberarnos de la culpa que puede rodear por qué nos sentimos cómo nos sentimos.
1. La metaconsciencia.
La primera estrategia que quiero recomendarte es la metaconsciencia, o el ‘me doy cuenta que me doy cuenta’. Tiene que ver con el testigo observador, es decir, una posición de perspectiva ecuánime a cierta distancia. Este testigo no tiene nada de pasotismo, sino que se vive desde un espacio entre lo observado y el observador. Verlo con esta perspectiva, esta distancia, es lo que puede llevar a un cambio de paradigma.
La metaconsciencia, evidentemente, tiene relación directa con la desidentificación del personaje que me cuento a mi misma. Este mecanismo nos permite darnos cuenta de qué nos estamos contando a nosotros, de qué relato nos hacemos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos.
Para fomentar la metaconsciencia debemos entrar la mente, y para ello necesitamos constancia y perseverancia. La neurociencia nos confirma que, cuando aplicamos técnicas de consciencia plena, la red por defecto y, por consecuencia, el relato interno, desaparece o disminuye en gran medida.
Estas técnicas de atención plena y los beneficios que tienen para desmantelar la red por defecto, las vamos a ver con detalle en el taller gratuito de 5 días que empieza el día 25 de abril ‘Aprende a salir de tu bucle mental’. Sólo abro dos ediciones al año de este taller, así que no dejes pasar la ocasión de apuntarte ya aquí.
Como decía Albert Einstein, ‘ningún problema puede ser resuelto desde el mismo nivel de consciencia desde el que se creó’, así que poner distancia a lo que nos pasa es clave para generar este cambio de perspectiva. Los estudios científicos afirman que es el nivel de consciencia de cada individuo lo que hace que partes de nuestro cerebro se activen o no. Así pues, es el hecho de tener activa esta mirada interna, la que propicia que nuestra consciencia cambie.
De esta manera, la metaconsciencia tiene estos dos beneficios claros:
- Por una parte, salir de nuestra cárcel mental.
- Y por otra, expandir nuestra consciencia.
2. El pensamiento crítico.
La segunda estrategia que quiero recomendarte es fomentar el pensamiento crítico o la metacoginición. Cuando hablamos de intervenir en este relato que nos contamos de forma automática, quizás pensamos que, para ello, nos tendremos que comer más la cabeza. Y nada más lejos de la realidad, la estrategia de generar pensamiento crítico, no va de alimentar más esta red por defecto, sino de activar nuestra mente más lógica y racional, para desmontar creencias inconscientes que muchas veces tienen una base emocional y no racional. Es decir, procesar las emociones a través de la mente a partir de la auto-reflexión. Unir la emoción y la cognición nos puede ayudar muchísimo a nuestra inteligencia emocional, llegando a conclusiones profundas del porqué y para qué de las cosas.
No se trata de entrar en un proceso de rumiación infinito, sino de preguntarse cuestiones clave que nos ayuden a entender porqué sentimos o actuamos de cierta manera. Algunas preguntas que nos pueden ayudar pueden ser:
- ¿Qué demuestra que esto que pienso es verdad?
- ¿Es lógico este pensamiento, es realista?
- ¿Tengo absoluta certeza que esto que estoy pensando es así?
- ¿Cómo acostumbro a reaccionar cuando tengo este tipo de pensamientos?
- ¿Qué demuestra que este pensamiento no es cierto?
- ¿Qué precio estoy pagando por este tipo de pensamiento?
- ¿Este pensamiento me abre posibilidades o me las cierra?
El coaching nos ayuda mucho a plantearnos las preguntas adecuadas para llegar a las conclusiones adecuadas sin engancharnos a una cadena de pensamientos rumiantes. Lo interesante es generar este diálogo interno, entre la parte inconsciente que genera la red por defecto y nuestra parte más consciente.
Lo veremos con detalle en el taller gratuito ‘Aprende a salir de tu bucle mental’, pero muy a menudo, detrás de estos pensamientos, hay algo más profundo que perpetúa este bucle, una parte emocional que tiene que ser gestionada.
Estas dos herramientas pueden ser muy poderosas y un gran primer paso para pasar del piloto automático y el victimismo, o dejarte llevar por lo que tu mente te está diciendo, a pasar a un estado de responsabilidad emocional interior, en el que te haces cargo del interior de tu mente.
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