
30 Oct ¿Me enfoco en el futuro o me anclo en el presente?
Hace unos días una oyente del programa «Cómo vivir con calma mental» compartió conmigo el deseo de reflexionar lo siguiente: «sobre la competencia entre el coaching que nos empodera para hacer todo y todo ahora pensando en el futuro y la diferencia con el Mindfulness que nos invita a vivir en calma disfrutando de cada momento. Las dos corrientes me gustan pero el coaching a veces me genera ansiedad»
Es una gran reflexión. Y te diré que yo misma estuve con mucho rechazo al coaching precisamente por eso, «esta manía de enfocarse tanto en el futuro y lo poco que se contempla el ahora», pensaba yo.
Así que la pregunta fundamental que aparece es la siguiente: ¿Me enfoco en el futuro o me anclo en el presente?
Ni blancos ni negros
Te diré que la vida se mueve en tonalidades, no en blanco o negro… Y diría que incluso las tonalidades no son sólo de grises, sino más bien de todos los colores imaginables. De manera que no se trata de o estar en el futuro o estar en presente; sino de integrar presente y futuro y vivir el coaching y el Mindfulness a la vez.
El caso es que tanto el coaching como el Mindfulness sacan a la luz y potencian aspectos que, desde mi punto de vista, son muy poderosos para cultivar un ser humano equilibrado: el foco y la presencia.
El foco y la presencia
La mente es una herramienta. Tan potente que nos da la posibilidad de hacer nuestro mundo un espacio soñado o todo lo contrario, un auténtico infierno. Así que saber cómo gestionar su contenido y saber cómo usarla de un modo adecuado parece la única opción para transitar por la vida con calma, ecuanimidad y coherencia.
Por un lado, aprender a enfocarla para ensanchar aquello que deseamos y que se materialice es lo que nos propone el coaching. Y es muy útil. Pero si nos apegamos a los resultados, si vivimos en el mañana pensando en que nunca llega, entonces caemos de nuevo en la trampa del ego que sitúa el mundo ideal en un tiempo que no es el presente.
Y aquí es donde entra el Mindfulness, el cultivo de la presencia, el situarse en la posición de testigo. Teniendo siempre presente las 7 actitudes fundamentales sobre las que se asienta. Así, podremos entrenar a la mente en la escucha activa interior, para oír a nuestra intuición, detectar los movimientos sutiles de la vida y aprender a enfocarnos en consonancia con nuestro Ser.
¿Futuro o presente?
La clave es entender que la presencia engloba al foco. Que la acción puede ser vivida desde la presencia. Pero sobretodo, que el futuro jamás se vive si no es desde el presente.
Fíjate que cuando piensas en el futuro lo haces desde el presente. Que el futuro como tal es solo una utopía mental pues cuando el futuro llega deja de serlo y pasa a ser presente.
Todo siempre se vive en el presente, así que vive tus pasos hacia lo que anhelas desde la acción enfocada y la presencia.
Cuando estoy en un proceso de coaching y tengo una serie de acciones a desarrollar para alcanzar mis objetivos puedo vivirlo desde la automatización o desde el cultivo del darse cuenta.
Es por eso, que desde las sesiones de coaching transpersonal que ofrezco hay una parte en la que la meditación y el entreno de la atención plena son fundamentales. Por mi experiencia, este estado más hondo de la consciencia permite darte cuenta de muchos más aspectos de tu interior y trabajarlos a otro nivel.
Cuéntame, ¿tenías tu también esta duda sobre futuro y presente? ¿has hecho alguna vez un proceso de coaching que te generara ansiedad?
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