
21 Dic Cómo superar la inseguridad y dejar de procrastinar
El podcast de hoy viene acompañado de una propuesta. Así que quédate aquí si quieres dejar de procrastinar y conseguir la vida que quieres.
Como seguramente ya sabes, la procrastinación va muy ligada a la inseguridad. Pero, ¿cómo detectar si tengo inseguridad? Puedes darte cuenta de tu nivel de inseguridad cuando:
- Estás en un constante estado de duda, una tremenda indecisión en lo que dices, en lo que haces, incluso en lo que piensas.
- Te sientes muy vulnerable.
- Te falta autoestima.
- No sabes quién eres, qué quieres, hacia dónde quieres ir en la vida.
- Sientes ansiedad en relación con el futuro.
- Tienes una gran dualidad entre el yo idea y el yo ideal, quién estoy siendo en el momento presente, y quien debería estar siendo.
Hacia dentro o hacia fuera
La inseguridad se manifiesta de forma diferente según nuestro carácter. Si somos más bien de mirar hacia dentro, puede llevarnos al aislamiento o a la timidez. Pero por el contrario, si somos más de mirar hacia fuera, la inseguridad puede llevar a la arrogancia o al narcisismo.
Sea como sea la forma de manifestar esta inseguridad, ambos mecanismos son fórmulas de protección que nos llevan a no alcanzar nuestros propios objetivos. Cuando me siento insegura o no me siento capaz, lo que acaba sucediendo es que aparece la procrastinación, es decir, se capa la consecución de los objetivos que nos hemos puesto desde nuestra parte más luminosa.
¿Qué no es la procrastinación?
Es curioso porque muchas veces se asocia el hecho de procrastinar a la mala organización o a no saber priorizar. Esto, obviamente, es importante. Pero no perdamos el foco de que la procrastinación tiene su origen, sobre todo, en los miedos. Así como tiene que ver con la identidad, el hecho de si yo me siento capaz y merecedora de alcanzar los hitos que me marco.
¿Qué tipos de miedos hay detrás de la procrastinación?
Detrás de la procrastinación encontramos miedo al fracaso, miedo al qué dirán, pero también miedo al éxito. Lo que tendemos a hacer para evitar enfrentarnos a esos miedos es llenarnos de cosas por hacer. Para escapar de nuestras emociones, para evitar mirarlas de frente y asumirlas.
Detrás de todo esto, en muchas ocasiones también hay fidelidades familiares. Es decir, de una forma inconsciente, nos decimos a nosotros mismos que si conseguimos lo que queremos, nuestro sistema familiar va a dejar de darnos amor. Y como consecuencia, nos auto-boicoteamos.
Cuando procrastinamos no nos estamos permitiendo ser quienes somos y, por lo tanto, vivimos en una incoherencia interior.
¿Cómo dejar de procrastinar?
Si queremos dejar de procrastinar a nivel individual, pero también a un nivel de organización o empresa, debemos trabajar cuatro pilares fundamentales:
- La autoestima. Recomiendo trabajarla de una forma integral, es decir, desde los aspectos más sombríos como los más luminosos. Las sombras vinculadas a la autoestima están asociadas a la culpa, la necesidad de aprobación y todo lo que nos decimos en el pensamiento rumiante. Para mí, es clave observar el ego vinculado a la autoestima y transitar la incomodidad.
¿Y cómo trabajar todo esto? Primero, poniendo luz a de dónde nos viene cada una de las sombras. Y segundo, con las palabras, tanto lo que nos decimos a nosotros mismos, como lo les decimos a las personas de nuestro alrededor.
Algo vital en este trabajo es la identificación de los valores, que nos sirven de guías en nuestra vida. También es esencial encontrar cuáles son nuestros dones y nuestros talentos. Así como las fortalezas, que hemos ido adquiriendo a través de nuestra experiencia. - Trabajar con el propósito y con nuestros objetivos. Que no es nada más ni nada menos que dejarse ser. A menudo se asocia el propósito con algo elevado y trascendental, cuando en realidad lo llevamos impregnado y lo que tenemos que hacer es poner el foco en ser nosotros desde nuestra más pura esencia. Pero, ¿cómo encontrar el propósito? Pues buscando la alineación con nuestros valores, capacidades, dones y fortalezas.
- La gestión de los obstáculos. Seguro que nos vamos a encontrar con obstáculos en nuestro camino y debemos aprender a gestionarlos. Integrando que los obstáculos son el núcleo del aprendizaje.
- Autoliderazgo. Tiene que ver con la mentalidad, si es una mentalidad de crecimiento o es una mentalidad fija. Y esto puede trabajarse a partir de los hábitos, de cuánto pongo de mí en conseguir los objetivos que yo quiero. Para ello, primero hay que desprenderse del triángulo tener-hacer-ser. Por ejemplo, cuando tenga pareja, seré feliz. Es cuando nos permitimos ser, que hacemos una serie de acciones que nos permiten tener.
Todo este trabajo no se hace de la noche a la mañana. Y tampoco tienes porqué vivirlo solo o sola, si lo sientes así, puedes vivirlo acompañada/o.
El próximo 29 de enero, vamos a empezar con las sesiones del nuevo curso ‘Descubre y lidera tu propósito vital’. Un curso 100% práctico, online y en directo. Con grupos muy reducidos de trabajo de solo 5 personas. En el curso vamos a tratar cómo liderar tu inseguridad y autosabotaje y a analizar cuáles son tus valores, dones y talentos para que los puedas poner a tu servicio y conseguir la vida que quieres. Si te resuena, encontrarás más información en este link.
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