
20 Mar La importancia de crear un manifiesto personal
Esta semana me apetece algo distinto.
Estoy estableciendo unas bases sólidas para The Mindful Room, y para ello, de las primeras cosas que he hecho ha sido definir un manifiesto que refleje las ideas básicas que mueven mi mundo. Al fin y al cabo, The Mindful Room soy yo misma.
Y al terminarlo, me sorprendí al ver todas las ideas estructurales que forman mi personalidad y mi sentir, en un sólo sitio. Fue cuando me di cuenta de lo importante que es tener un manifiesto de vida que plasme qué aspectos son vitales para uno mismo. De esta manera, cuando se presente ante ti una situación que te haga dudar, podrás conectar con tu sentir y al mismo tiempo, al visualizar tu manifiesto, podrás ver con mayor precisión si estás siendo coherente o no.
Soy consciente que puede dar un poco de pereza sentarte a definir esto. Pero, ¿qué hay más importante que dedicar un tiempo a lo que es crucial en tu vida?
Hace unos días leí de Raimon Samsó –grandísimo coach y conferenciante del que estoy aprendiendo mucho– que la gente quiere cambiar su vida pero no quiere hacer nada para llevar a cabo ese cambio. Creo que es cierto… Ahí viene el spoiler: el cambio viene con la acción. No hay más.
De lo contrario, no vives, te dejas vivir. Y cuando uno se deja vivir el que decide no es uno mismo, es la propia vida (valga la paradoja). Y lo que te trae no siempre te gusta y eres una víctima permanente. ¿Es eso lo que quieres?
Te muestro cómo crear tu manifiesto de vida y luego si te apetece, puedes pasarte a ver como ha quedado el mío.
¿Listo? ¡Coge papel y boli y vamos a ello!
Cómo crear tu propio manifiesto de vida
Un manifiesto es una declaración de principios. Y para hacerlo, necesitas entrar en ti y cuestionarte un montón de cosas. Poner sobre la mesa lo que crees y lo que sientes.
La verdad es que me parece un gran ejercicio de desarrollo personal, por eso me ha parecido interesante compartirlo contigo.
1. Haz una lluvia de ideas
Escribe todo lo que piensas del mundo, de la vida, de la familia, las amistades, el amor, el trabajo, la libertad, la naturaleza, el dinero, tus hobbies, etc.
Escribe sin parar y sin filtro todo lo que pase por tu cabeza
2. Detecta tus creencias
Ayudándote de lo que has escrito, haz una lista de tus creencias. Puede empezar por “Creo que” o “Tengo por seguro que”, y asócialas a una acción que te empodere y que esté conectada con tu creencia.
Aquí no caben las creencias limitantes. Aunque si haciendo el ejercicio las detectas, te recomiendo que pases por el post de Cómo convertir tus creencias limitantes en potenciadoras, te descargues el recurso y las cuestiones. Así les vas a poder dar la vuelta y sacarles todo su jugo.
Por ejemplo, en mi caso esto sería “creo que calmar la mente es la puerta de acceso a la voz de la intuición” (creencia) “por eso me comprometo a cultivar una mente contemplativa y a compartir mis descubrimientos con el mundo” (acción).
3. Detecta tus valores
Detecta los valores que son importantes para ti. Si no sabes qué valores son, te recomiendo que te pases por el post de cómo vivir alineado con tus valores que escribí hace un tiempo en el blog de ricamente.net y hagas el ejercicio.
Escoge 3 y escribe:
El/la [nombre del valor] mueve mi mundo y es importante para mi porque [tu motivo profundo].
4. Detecta tus certezas
Para mi una certeza es una creencia conectada a la intuición. Es algo tan personal, que no hay una fórmula para descubrirlas, vas a tener que conectar con tu interior.
Se trata de verdades incuestionables que por mucho que el mundo físico parece no estar en consonancia con lo que crees, en tu fuero interno SABES (en mayúsculas) que esto es o será así.
Puede ayudarte escribir:
No sé porqué pero siento que [escribe tu certeza] y voy a hacer [la acción que es consecuente con tu certeza].
5. Separa el grano de la paja
Escribe en un papel a parte todo lo que has escrito y añade, tacha y junta todas esas cosas que consideres que necesiten ser ajustadas para dar con un conjunto de ideas en el que te sientas reflejado.
Léelo de nuevo con los cambios ya aplicados. ¿Te sientes cómodo con tu manifiesto?
De ser que no, detecta esos puntos que te generan incomodidad. Eso es algo que tienes que trabajar.
De ser que si ¡Felicidades! Ahora puedes pasar todas esas ideas a un documento de texto y editarlas de manera bonita. Imprime el documento y cuélgalo en la pared.
Si quieres editarlo bonito te recomiendo Canva, una herramienta online para los no diseñadores que da resultados espectaculares.
6. Algunos ejemplos de manifiestos
Este es el manifiesto de The Holstee es uno de los más difundidos en la red. Tanto, que Holstee se dedica a difundir su mensaje a través de la impresión y la venta de todo tipo de productos de merchandising.
O aquí tienes el manifiesto de Angel Alegre de viviralmaximo.net, que refleja con exactitud sus valores y sus creencias.
Puedes diseñar tu manifiesto como te de la gana, como a ti te vaya mejor para tenerlo presente.
Acude a tu manifiesto cuando sientas dudas y permítete revisarlo de vez en cuando para actualizarlo. Un manifiesto cambia con tu evolución, y renovarlo periódicamente te dará la perspectiva necesaria para darte cuenta que poco a poco vas cambiando y vas perfilando tu personalidad.
Clica en este enlace si quieres ver mi manifiesto (que por el momento sólo está en formato post).
¡Tu turno! ¿Quieres compartir parte de tu manifiesto? ¿Qué ideas mueven tu mundo?
No olvides mandar este post a tus conocidos si sientes que esta información puede ser útil a alguien.
¡Te leo en los comentarios! 🙂
Photo by rawpixel.com on Unsplash
No hay comentarios