
11 Dic No siempre es tiempo de perdón
Como te comenté en Instagram, hace algunas semanas que trabajo activamente sobre la abundancia. Como sabrás, la abundancia es un estado, una actitud interior que no siempre tiene que ver con el éxito o el dinero. De hecho, va más en relación con la gratitud.
En este trabajo, una de las actividades que se pedía desarrollar era una carta de agradecimiento hacia esas personas con las que tenemos o hemos tenido algún conflicto y que nos cuesta perdonar.
Pero fíjate que el trabajo era agradecer, no perdonar.
El perdón como proceso
Nadie puede decirte cómo ni cuando perdonar a algo o alguien. Es fruto de un trabajo muy íntimo, de la piel hacia dentro, en el que muchas emociones se van drenando y van encontrando su espacio en nuestro interior. No creo que se pueda escoger cuando perdonar, pero si se puede escoger tener una actitud abierta y pro activa hacia el perdón.
El perdón es sanador, si. Pero no siempre es el momento y oye, no pasa nada.
Por eso, abrir la línea del agradecimiento hacia una persona con la que siento que no estoy en momento de perdonar me pareció interesante.
Dar espacio a través del agradecimiento
Así que te animo a que también tú hagas este sencillo ejercicio. Que te sientes contigo misma durante unos minutos y le escribas una carta a esa persona con la que tienes un conflicto y no te sientes en disposición de perdonar y le agradezcas lo vivido.
Sé que parece una paradoja, pero siendo justos, tu relación no siempre fue así. Estoy convencida de que algo que trajo, que algo aprendiste, que algo en algún momento, por ínfimo que sea, disfrutaste con esta persona.
Conecta con los buenos momentos, y si no los hay, con los aprendizajes. Te guste o no, esa persona anduvo contigo durante un tramo de tu vida, dejó su marca dentro de ti y te mostró aspectos de tu interior que antes ni conocías.
¿Tal vez emociones densas? Bueno, ¿y qué? Eso también forma parte de tu vida, de la existencia. Es condición intrínseca a la dualidad. Agradece lo que trajo porque gracias a ello decidiste lo que no quieres en tu vida, quien no quieres ser, qué no quieres volver a repetir, por dónde no estás dispuesta a pasar.
La importancia de honrar
Honrar no es reverenciar nada, es simplemente reconocer que eso pasó, que eso te marcó, que tuvo un tiempo y un espacio en ti, y que fue un tramo de tu vida por el que tuviste que pasar para hoy estar dónde estás.
Si lo que vives no te satisface, tal vez puedas revisar qué quieres hacer con tu vida.
En terapia sistémica, por ejemplo, el reconocimiento hacia personas que fueron es de vital importancia. En especial en las parejas.
Reconocer a quien estuvo antes contigo o a quien estuvo con tu pareja actual, es necesario para conectar con la abundancia.
Sería algo como:
“Gracias a que estuviste con esa persona y viviste lo que viviste, decidiste que ya no querías eso y he tenido la fortuna de encontrarte.
Gracias [nombre de el/la ex] por andar con [nombre de tu pareja actual] y crear en ella tal alquimia interior que ha hecho que hoy sea quien es.”
¿No es bonito? 🙂
¡Tu turno! Te animo a que hagas el ejercicio y abras esta segunda línea de relación con aquella persona a la que te cuesta perdonar. No es necesario que le digas nada, es solo para ti. Me encantará que compartas conmigo lo que has descubierto.
No hay comentarios