
05 Mar La pareja como espacio de aprendizaje
Si te soy sincera el tema de la pareja siempre fue algo que me costó mucho tratar cuando estaba en terapia.
Más que nada porque sabía que aunque la ruptura fue una consecuencia, el origen estaba en mí. Y me resultaba como muy doloroso afrontar lo que había sucedido por mi inconsciencia.
Yo sola y sin ayuda de nadie, decidí sanar esa parte de mí. Y me enfrenté a ideas preconcebidas sobre lo que se suponen que deben ser las relaciones, la posibilidad (porqué no) de vivir sin pareja el resto de mi vida y trascender la estúpida idea de que somos medias naranjas en búsqueda de la otra mitad que nos complete.
Tras algunos mensajes recibidos sobre el tema, creo que es interesante poner luz sobre el tema para aprender cómo la relación de pareja puede servirnos para aprender y crecer. Pero ya de entrada te digo que todo esto va de ti, y de nadie más 😉
Recuerda que puedes escuchar el podcast de esta semana en Spotify, iVoox e iTunes.
La otra mitad eres tú.
Eres un Ser completo que tienes un montón de herramientas conocidas y muchas otras por conocer. Que apareces aquí con luces y sombras, con deseos, anhelos y capacidad creativa a raudales para manifestar lo que desees. Con todo esto de serie, lo único que hace el otro es mostrarte el camino para sacar todo lo que no ves de ti. Sean cosas buenas o cosas a mejorar.
El otro se convierte en tu reflejo. Un espejo que desde el amor te muestra eso que tu no ves.
Esa es su función. Y lo bonito de todo esto es que al mismo tiempo, tu eres el espejo de otra persona.
Cuando te crees la mitad de algo el otro ya no es una opción, es una necesidad. Y la necesidad crea la dependencia emocional. Algo que se suele revestir de amor pero que en realidad es un enlace tóxico que te limita y te impide ser libre de conocerte.
Cuando haya algo que te moleste del otro o que veas que hay algo que no te acaba de funcionar, lo que sirve es plantearse “¿qué veo en mí a través del otro?, ¿qué es lo que el otro me está reflejando y yo no veo?”. Ei, pero nada de culpabilidad. Se trata de preguntárselo desde la curiosidad.
Niveles de consciencia
Todas las parejas que hemos tenido, que tenemos y que tendremos, van en relación con nuestro nivel de consciencia. Y los niveles de consciencia son personales e intransferibles. No hay niveles buenos o malos. Cada Ser está en el nivel que necesita estar en este preciso momento.
Así que si tú estás en 15 y tu pareja en 8 pues tal vez haya problemas para entenderos. No porque no os queráis o no haya amor, sino porque simplemente estáis en viñetas distintas y lo que un día os unió ha dejado de ser relevante.
Llegados a este punto cada núcleo de relación tiene que plantearse qué hacer o qué no. Eso es totalmente personal y al mismo tiempo requiere una gran dosis de valentía y humildad.
La pareja como organización
Aunque pueda sonar muy frío las parejas son organizaciones. Y como tales se mueven por dos ideas principales: los objetivos y los valores.
Si los miembros de esta organización no comparten los objetivos principales ni los valores que los sustentan, va a haber drama asegurado. Un claro ejemplo de esto es el deseo o no de tener hijos.
Las mochilas del pasado
Cuando iniciamos una nueva relación tras una ruptura en la que sufrimos, suele suceder que volcamos nuestra mochila de miedos, creencias limitantes y pensamientos prefijados a la nueva relación.
Es una manera de protegernos, nuestro cerebro reptiliano quiere que estemos bien, pero eso hace que no nos permitamos una apertura total a la novedad. Dificulta relacionarnos con el otro con mente de principiante y con curiosidad, y al mismo tiempo nos impide experimentar el sentirnos queridas como nos merecemos. Se da entonces la paradoja que aquello que tanto queríamos (volver a tener pareja), casi sin darnos cuenta, lo boicoteamos.
¿Cómo se soluciona? Con humildad, mucha paciencia y sobretodo sobretodo, cultivando el músculo del darse cuenta. Hay que estar muy despierta para darte cuenta que estás poniendo en el otro tus historias no sanadas y soltar la resistencia interior a que te vuelvan a herir.
Por eso siempre digo que amar es solo para valientes. Si no tienes pensado arriesgar e ir a por todas, mejor sal del juego y haz otra cosa hasta que te sientas preparada.
No hay relaciones predefinidas
No hay relaciones perfectas ni fórmulas predefinidas. Encuentra el modelo de relación que a ti te funcione y ve a por él. Más allá de lo que los demás digan o lo que la sociedad dictamine como bueno o malo, lo que importa es lo que tú opines y cómo tú te sientas.
Y aquí entra sobretodo lo que nos viene de la familia. Que muy a menudo nos condiciona sin darnos ni cuenta.
Escoge si quieres repetir el patrón que hay en tu casa o no. Todo está bien siempre que lo escojas conscientemente.
No hay dos relaciones iguales
Cada relación es un universo con sus propias leyes. Y lo que fundamenta eso es la esencia de las personas que lo generan.
Si te permites vivir lo que la relación te trae sin filtro predefinido, sin dejar que el pasado te condicione y poniendo mucha atención a qué historias volcamos en el otro, entonces será mucho más fácil disfrutar realmente de la relación.
Cuando experimentes un patrón que se repite en las relaciones esto habla más de ti que del otro, es esa parte que el otro te devuelve para que sanes. Ni más, ni menos.
Comunicarse con responsabilidad
No es lo mismo decir “yo me siento (x)” que decir “me has hecho sentir (x)”. En el primer caso yo asumo la responsabilidad de mi sentir y le doy la opción al otro que se de cuenta que sus palabras tienen un impacto en mí. En el segundo caso directamente le doy la responsabilidad al otro y claro, se siente atacado.
Poner atención a cómo nos expresamos con el otro –sea la pareja o no– puede ayudarnos a abrir espacios de comunicación y comprensión que faciliten la relación con el otro.
PAS ♥ PAS | NO PAS ♥ PAS
Creo que, como te decía antes, no hay fórmulas predefinidas para ello y que va muy en relación con lo que a ti te vaya bien como persona.
Si tu relación es con un no PAS, es muy interesante que le compartas de qué va esto de la alta sensibilidad y cuáles son tus necesidades: espacios de silencio y recogimiento, mayor calidad en las relaciones, alta emocionalidad, mucho más susceptible al estrés, etc.
Si que es cierto que dos personas PAS van a entenderse muy bien y a conectar muy rápido, pero depende mucho de la persona. En mi caso personal, estuve un tiempo con alguien que también era PAS y nos pasábamos el día colgados en la nube hablando sobre los misterios del Universo pero nos faltaba claramente tierra. Como siempre y en todo la clave está en el equilibrio.
Amor romántico vs Amor universal
Lo distingo porque para mi no es lo mismo. Yo siento que el amor romántico es el amor Disney; condicionado y limitado a la necesidad de sentirse querida. Un amor que rellena huecos y que refuerza la idea de la media naranja que te comentaba al principio.
El amor como emoción universal en cambio, que aglutina y empodera, es otra historia. Cuando amas de verdad, en mayúsculas, eres capaz de renunciar a tus necesidades por el otro: “Te quiero tanto que te dejo ir”.
Así que plantéate, ¿desde dónde amas? ¿es puro o fruto de la necesidad? ¿ves al ego o la alma?
Una mente en calma
A estas alturas ya habrás visto la importancia de tener una mente en calma. Al hacerlo, experimentas la libertad interior necesaria para alejarte de la tiranía de tus emociones y pensamientos; experimentas una conexión profunda con la vida y pasas a estar feliz “porque si”. Tanto si tienes pareja, como si no.
La felicidad va de dentro a fuera.
Y lo más increíble es que cuando esto pasa, lo tras púas. Emanas energía positiva y vibraciones altas, y los demás se sienten bien a tu lado.
Calma tu mente y vive sin dramas está pensado para eso. Es un curso grupal diseñado para que poco a poco vayas entrando y experimentando los enormes beneficios de una mente en calma.
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Patricia
Posted at 08:53h, 05 marzoMaravilloso Alba! Me encanta leer tus post!
Alba Ferreté
Posted at 09:53h, 05 marzo¡Muchas gracias Patricia! Un abrazo hondo :*