Siento mucha paz interior. He limpiado muchas heridas abiertas. Me ha ayudado a saber enfocar, asimilar, tratar, descartar e incorporar. Mindfulness ha sido una pieza más, clave, en mi anterior estado, habiendo caído muy profundamente y tratando de buscar nuevas vías a mi preocupación, a mi malestar, a mi dolor que tanto me estaba ahogando. Cada día me siento más liberada, activa, decidida, positiva, tranquila, alegre, y con enfoques nuevos y puntos de vista que antes no veía. Dejo que todo pase, sin más.
El trato y las explicaciones, los audios y las guías, los ejercicios en las sesiones estipuladas pues el conjunto de cada uno de ellos me ha ayudado a esclarecer mi mente y a asegurar mis acciones. Es un aprendizaje que ya tengo incorporado para siempre. Siempre lo puedo utilizar.
Tratar de calmar la mente, no es fácil, pero todos los mensajes que emanan de esta práctica, nos muestra el lado amable, sincero, puro, esencial, fácil y básico a la solución de muchos de nuestros tormentas, de aquellas situaciones que se nos anclan y se nos presentan de forma reiterativa, constante (como el pez que se muerde la cola) y no nos dejan ver más allá, no nos abren la puerta al valor del cambio, al valor de la nueva mirada, la nueva perspectiva. Mindfulness, ayuda a sanar. Es una gran oportunidad a una vida más plena. Solo hay que ser honestos con uno mismo y aplicar el lado bueno de las cosas. Y lo más difícil, aprender a descartar lo que no nos lleva a nada o lo que nos conduce al dolor. Actualmente, y cada día más, me siento más plena, tranquila y decidida en mi vida. Y soy capaz, de ver desde otro prisma todo aquello que no deseo en mi vida y cambiarlo. Puedo hacerlo. Estoy muy agradecida.
Núria Quesada