
17 Nov Una-anciana-de-Reus
La madrugada del lunes una-anciana-de-Reus falleció en un incendio en su casa. Llevaba dos meses sin electricidad y se iluminaba sólo con velas; era víctima de la pobreza energética… Su caso ha trascendido en todos los medios (al menos catalanes), se han pedido explicaciones a Gas Natural, a servicios sociales y al ayuntamiento; se han hecho debates y tertulias, todo el mundo está al caso del asunto pero…
¿Alguien sabe como se llamaba esa anciana?
Yo lo oí así de lejos, una vez en 5 días. Creo que se llamaba Rosa.
Llevo toda la semana pensando en Rosa. Su muerte ha generado una ola de indignación, ha sacado a la luz injusticias, deficiencias y miserias. Su muerte es la chispa de un movimiento que impone la humanidad frente a la razón sin escrúpulos. Hace que de repente todos levantemos la cabeza, dejemos de mirarnos el ombligo y nos demos cuenta de nuestra desconexión.
Y si nos desconectamos del mundo, nos desconectamos de nosotros mismos. Y al revés.
La muerte de Rosa me hace pensar en la importancia de cada Ser en la vida: no hay hechos aislados. Todo repercute en todo. Y cada hecho genera un movimiento que, en el momento justo, puede desencadenar una pequeña expansión de luz y consciencia.
La vida, en su infinita sabiduría, nos da opciones cada día, nos permite que observemos, que ampliemos, que nos expandamos y que nos demos cuenta que todo y todos estamos conectados.
Por el momento, la muerte de Rosa ha hecho que Gas Natural haya suspendido los cortes de luz en Reus, que se exija una mejora en la ley de la regulación de la pobreza energética, que se aumenten las denuncias por el riesgo mortal que supone la pobreza energética y que se ponga de manifiesto la falta de recursos que pone la administración para detectar los casos de vulnerabilidad social.
Casi nada…
A mi me ha hecho reflexionar sobre aquello que va más allá de nosotros. Esa mística incomprensible a la razón pero palpable en el alma. Ese plan general que sobrepasa a nuestro intelecto y que nos dispone, no siempre des del nivel humano de “justicia”.
No me molestaré en etiquetarlo, su etiqueta la pondrá cada uno en función de su creencia, su percepción y lo que mejor le venga. Pero poco o mucho todos sabemos de a qué me refiero.
Y en esa mística, en ese punto más allá del ego, de la razón y el intelecto, nos encontramos todos: ricos, pobres, jóvenes, viejos, hombres y mujeres. Todo nos conecta con todos; y a todos con todos. Es lo que se conoce como “La Matriz”.
El hecho es que Rosa, casi sin quererlo ha movido esos filamentos invisbles de la matriz, ha creado ondas de expansión con su Ser y su impronta energética no ha dejado indiferente.
Entonces, ¿qué pasaría si deliberadamente nos mostráramos más nosotros? ¿que pasaría si conectáramos con nuestra esencia humana para establecer contacto con otros humanos que no son otra cosa que una versión alternativa de nosotros mismos?
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No, no era una-anciana-de-Reus; era Rosa.
*Para ampliar sobre la matriz:
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